BENDITAS COOKIES
BENDITAS COOKIES

Una gran noticia: tenemos nuevas cookies, únicas y exclusivas de Santagloria. ¿Qué las hace tan especiales? ¿Por qué nos hacen tanta ilusión?

 

Como sabes, en Santagloria trabajamos incansablemente para mejorar, a través de la innovación, lo que ya es bueno. Y en este caso lo más novedoso es que las nuevas cookies se hornearán diariamente en cada Santagloria. A partir de una deliciosa masa de cookie de vainilla, se elaborarán en cada tienda, añadiendo los distintos ingredientes y siendo horneadas in situ. Además de ser tan exquisitas como siempre, estamos seguros que esto proporcionará a nuestros clientes una experiencia más fresca y auténtica.

                                           

Las protagonistas de este lanzamiento son dos cookies con nuevos sabores: Pistacho y Chocolate con arroz inflado. Suena delicioso, ¿verdad?

Y lo mejor es que este es tan solo el inicio de un proyecto de largo recorrido que nos permitirá innovar en esta categoría, marcando un hito en nuestra oferta, con nuevos y exclusivos sabores. Para que seas como seas, encuentres en Santagloria propuestas originales que sorprendan tus sentidos y te hagan vivir momentos gloriosos.

 

Y tras hacerte partícipe de esta noticia que nos llena de ilusión, te invitamos a que conozcas más detalles de este dulce tan popular.

 

Cookies: Más que una galleta

 

Crujientes por fuera, suaves por dentro. Las cookies han ganado popularidad en todo el mundo como un bocado irresistible que se traduce en momentos de placer. Pero, ¿qué las hace tan especiales? ¿Cuál es su origen y cómo han evolucionado a lo largo del tiempo?

Las galletas parecen tener su origen en la Persia del siglo VII, poco después de que el uso de azúcar se volviera relativamente común en la región. Se extendieron a Europa a través de la conquista musulmana de España. En el siglo XIV, eran comunes en todos los niveles de la sociedad europea, desde la cocina real hasta los vendedores ambulantes. Por ejemplo, el primer caso documentado de galleta de jengibre con forma de figura humana se dio en la corte de Isabel I de Inglaterra en el siglo XVI. Parece ser que la reina mando hacer figuritas de pan de jengibre a semejanza de algunos de sus más ilustres invitados.

Con los viajes globales cada vez más extendidos en ese momento, las galletas se convirtieron en un compañero de viaje natural, un equivalente modernizado de los pasteles de viaje utilizados a lo largo de la historia. Una de las primeras galletas más populares, que viajó especialmente bien y se hizo conocida en todos los continentes con nombres similares, fue la conocida como jumble, una galleta de mantequilla relativamente dura hecha principalmente de nueces, edulcorante y agua, que viajaba muy bien gracias a su naturaleza densa y resistente.

Durante el siglo XVII, los colonos europeos llevaron consigo sus recetas de galletas a Estados Unidos. La palabra holandesa koek (diminutivo de koekje: pastel, torta, galleta) fue anglicanizada como "cookie". Fue entonces surgió la receta a base de avena, mantequilla y chispas de chocolate que conocemos hoy, aunque no fue hasta la Revolución Industrial cuando empezaron a ser producidas a gran escala y se convirtieron en productos para las masas.

Con el tiempo, las cookies han ido evolucionando para adaptarse a los gustos y preferencias de diferentes culturas y regiones. Desde las clásicas con chocolate hasta las más elaboradas rellenas de crema, existe una amplia variedad de sabores y texturas para todos los gustos.

 

Ingredientes y elaboración

 

Una de sus características más distintivas es su sencilla pero irresistible composición de ingredientes básicos: harina, azúcar, mantequilla, huevos y levadura o bicarbonato de sodio. A partir de esta base se pueden añadir una amplia variedad de ingredientes adicionales para crear distintos tipos de cookies, como nueces y otros frutos secos, chips de chocolate, caramelo o incluso trozos de galleta.

 

Su elaboración es relativamente sencilla y la clave está en mezclar los ingredientes secos por un lado y los húmedos por otro, para luego combinar ambas mezclas para obtener una masa homogénea. Después, hay que formar pequeñas porciones de masa que se hornean en una bandeja hasta que están doradas y crujientes por fuera pero suaves por dentro.

 

Quizás una de las razones para tener millones de fans en el mundo es su versatilidad, ya que son el acompañamiento perfecto para una taza de café o té, además de un rico dulce para degustar en cualquier momento del día. Las cookies son muy queridas por los aficionados a la repostería, ya que se prestan a la creatividad y la experimentación en la cocina, lo que ha permitido el desarrollo de recetas innovadoras y sabores únicos.

Y el mejor ejemplo de esto somos nosotros mismos, que ya estamos preparando nuevos sabores de cookies para cautivar el paladar de todos nuestros clientes. ¡Larga vida a las cookies!